Cuando se llega a Mataró desde Barcelona, es inevitable topar con el edificio de oficinas más alto de la ciudad, situado muy cerca del mar, a pie de la carretera Nacional II. La Torre d’Ara, erigida en 1995, es un espectacular inmueble de fachada acristalada y vistas panorámicas que aloja empresas de primer nivel y que tiene en su planta baja una estación de servicio y cafetería. La Torre d’Ara se convirtió en realidad gracias, de nuevo, a la visión estratégica y de futuro de Guzmán Clavel.
En 2006, la familia Clavel vende la Torre d’Ara y lleva a cabo una estrategia planificada de desinversión en el negocio de los concesionarios de automóviles, entre 2006 y 2008.
Las circunstancias del mercado posibilitaron que, apenas diez años después de su venta, D’Ara Grup consiguiera recomprar su edificio insignia. Así, desde 2016 la Torre d’Ara vuelve a pertenecer a la familia Clavel. El edificio insignia de D’Ara Grup ha vuelto a casa para ser el edificio premium de oficinas y locales en el Maresme.